"Pero los Pistols también dejaron un héroe: Sid Vicious, que murió ya no como lo hacían antes, en los sesenta, ahogándose en su propio vómito durante el sueño, o los más intelectuales, a los que se les detenía el corazón en la ducha. Vicious era adicto a la heroína como nadie, y liquidó a su novia y se liquidó él y fue punk hasta que un forense le bajó los párpados".
Me encanta esta visión de Pettinato sobre el bajista de los Pistols, en su libro de Sumo.

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