viernes, 11 de abril de 2014

Actitud

Primeros días de abril, festival de rock en el Prado: Buenos Muchachos, Las Pelotas, Ciro y los Persas, La Vela Puerca. En ese orden.
Fuimos con Ximena, con la idea de ver las tres primeras bandas y saltearnos la última, porque no nos gusta.
Abrieron Dalton y compañía, con un buen show, pero nada del otro mundo. A esa gente hay que verla en una caverna sudorosa o en la intimidad de un teatro; en toques masivos, con "trapos" y bengalas, no encaja mucho.
Las Pelotas estuvo bien, aunque me quedé con ganas de escuchar algún temita de Sumo y otros clásicos de la banda de Dafunchio. Me encanta ver a la bajista, le mete un ovario tremendo a los toques.
El que me sorprendió fue el ex Los Piojos. Buen sonido, polenta, actitud rollinga, el negro Rada y los sebastianes de la Vela Puerca como invitados en el escenario, y varios temas de su vieja banda.
A Ciro decidimos verlo en una tribuna semivacía, bien alejada de la multitud, sentados bajo una fina llovizna.
A metros de nosotros había una pareja de veteranos, de unos 50 años, tal vez. Quien los veía podía pensar que eran los típicos papás que llevaban a los típicos nenes a ver a la típica Vela Puerca. Pero no.
A esta gente le gustaba Ciro. Cuando sonó "Como Alí", la mujer se paró y empezó a bailar sobre las gradas; al ratito se prendieron un porrito: ella siguió bailando y él marcaba el ritmo de la batería con esa sonrisita porrera, que indica que se la está pasando realmente bien.
Daban ganas de acercarse, a compartir el buen momento. Pero sabido es que cuando uno está en su cuelgue, no está bueno que caiga algún "carlitos" a quemar cabeza. Eso es ruoack, carajo.

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