domingo, 15 de noviembre de 2015

Vos más que vos

Un delirio. Así puede definirse el show que brindaron Buenos Muchachos y La Hermana Menor el jueves 12 de noviembre en Cinemateca 18.

Fue en el marco de una serie de recitales organizados para dar una mano con el delicado estado de salud de Cinemateca, cuyo futuro es incierto a causa de las dificultades económicas. 

Acompañando a la música, durante todo el show, se proyectaron viejos filmes en la pantalla de la sala, lo que contribuyó al excelente clima creado por la música.

No es la primera vez que se juntan las bandas de Dalton y Dematteis. De hecho, la relación tiene casi un cuarto de siglo de vida: fue a principios de los 90’ cuando las criaturas salieron del pantano y se arrastraron hasta el mítico Juntacadáveres para empezar a escribir sus historias.

No fue un toque más entre bandas amigas, fue algo especial. Si bien hubo dos instancias definidas, con apertura de La Hermana Menor y cierre de Buenos Muchachos, los grupos mutaron constantemente, intercambiando músicos y vocalistas todo el tiempo. Aunque justo es reconocer  que quien más laburó fue el “Negro” José Nozar, que desde hace mucho tiempo reparte sus horas como baterista entre las dos bandas, por lo que no tuvo descanso.

Todo comenzó con Pedro Dalton junto a los músicos de La Hermana interpretando “Avenida de los Ginkgos”, temazo que abre el disco Canarios (2010), de la banda de Tussi Demateis.

Cuando fue el turno de Tussi de liderar a los Buenos muchachos, sorprendió con “Mi amor yo voy al bar solo a verte”, “tema que compusieron junto a Federico Deutsch, pero que estos turros nunca tocan”, a decir del cantante.

Entre los muchos puntos altos que hubo en la noche, uno de los más aplaudidos fue la participación de Falco, el pequeño hijo del batero Nozar, cantando con Pedro el tema “Se hizo bosque ese desierto”, grabado en el último disco (Nidal, 2015) y que también cuenta con la voz de Claudia Piccini, mamá de Falco y esposa del “Negro”.

Como es habitual en ambos grupos, hubo momentos de esos en que se crea una atmósfera muy especial, de esos que  hacen viajar juntos a músicos y público, y momentos de rock and roll frénetico, provocando que más de uno levantara el culo de su butaca para sacudirse al ritmo de la música demencial, cortesía de los anfitriones.

Todo hacía prever un gran cierre, y así fue. Antes de bajar el telón imaginario de la sala, los músicos, todos juntos, interpretaron una emotiva versión de “Por ejemplo”, de Fernando Cabrera. El final llegó, otra vez las dos bandas juntas, con una notable versión de “El indio negro que curó a Jesús”, de los Hotel Paradise, la banda de Nico Barcia, otro viejo conocido de ellos.


Fue una noche de amigos, con buena música en vivo. Los Buenos Muchachos dijeron en las redes sociales que podría ser el último toque juntos en lo que queda de este siglo. ¿Será?

Foto: Eduardo Soto - www.cooltivarte.com

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